Sin duda el tener un buen equipo de colaboradores es fundamental para que cualquier proyecto sea un éxito. Por lo tanto una de las principales tareas del líder es la dirección de personas o lo que es lo mismo impulsar el talento dentro de la organización.
Dirigir un equipo es muy complejo, no se nace sabiendo y la mayoría de las veces cometemos los mismo errores. Entre los mas habituales están:
No saber delegar. Son muchas las ocasiones en que nos vemos desbordados por el día a día, sabemos que tenemos que delegar y o no lo hacemos o lo hacemos mal. La falta de confianza suele ser la causa principal para no hacerlo y esto pone de manifiesto nuestra propia incapacidad o bien para formar equipos o bien para trabajar con ellos. Delegar es fácil, es guiar, seguir y motivar. No se trata de pasarle un “muerto” a otra persona y que se las apañe como pueda, es invertir tiempo en la persona para formarlo y motivarlo.
Dejarnos llevar por el día a día. Olvidarnos de nuestra planificación y convertirnos en bomberos apaga fuegos hará que el equipo se olvide de sus objetivos y que por lo tanto pierda su motivación.
Reunionitis. Nunca una reunión debe superar los 45 minutos, a partir de este tiempo se pierde la concentración y la existencia de reuniones mas largas pone de manifiesto una mala organización. Las reuniones debe prepararse con contenido claro y concreto y se debe respetar los turnos de palabra.
La falta de humor. El trabajo y el humor no son incompatibles. Un ambiente distendido hace que e equipo rinda mucho mas.
La critica negativa. Los fallos, por supuesto, que debe de ser abordados, pero siempre en privado y señalando claramente los punto de mejora, sino provocaran resentimiento y desmotivación.
Sin duda existen muchos mas……
Las empresa, por pequeñas que sean, se componen de personas y el liderazgo empieza por saber trabajar en equipo.